Cap. 255: Una esposa fugitiva. Un abogado prohibido.
Cap. 65: Epílogo.
Un mes después.
El despacho de Axel Montgomery estaba inundado por la luz tenue de una tarde serena. El silencio solo se quebraba por el suave tic-tac del reloj de pared y el murmullo lejano del tráfico. Axel revisaba unos documentos cuando escuchó un golpe leve en la puerta.
—Adelante —dijo sin apartar la vista del contrato.
Cuando la puerta se abrió, lo último que esperaba ver era ese rostro. Luisana.
Axel se puso de pie de inmediato, sus ojos se abrieron con sorpresa genuina, y por un segundo, el mundo pareció detenerse. Ella estaba ahí, de pie, más serena, más fuerte. Hermosa, como siempre.
—Luisana… —murmuró, caminando hacia ella con paso firme.
Ambos se miraron en silencio por un instante antes de fundirse en un abrazo cálido, largo, lleno de una historia que nunca fue completa.
—Me alegra verte sana y salva —susurró él junto a su oído.
—Gracias —respondió ella con voz suave—. Me enteré de todo lo que pasó… y me alegra saber que ese hombre, Richard, finalmente