Jackson sonrió con arrogancia y con un poco de diversión. La verdad, no le caí mal Christopher. Más bien le parecía un hombre gracioso al que iba a disfrutar mucho, molestar.
—Te presento a mis hijos Davis, los que tengo con Alisson —dijo afincandose en lo último.
—Y los que serán también míos si te la quito —exclamó Davis entre dientes.
—¿Qué dijiste? —le preguntó Christopher con sorpresa y rabia.
—Que están hermosos —respondió Jackson agachándose a ver a los niños.
Las niñas eran hermosas, se parecían a su madre, pero él niño, el niño era el mini clon de Langley y, por un segundo pensó que también se parecía a él.
—Mucho gusto, soy Jackson Davis…
—Es el Monstruo que se quiere llevar a mi mami —dijo Mia arrugando las cejas.
—¿Monstruo? ¿Quién dijo eso? No soy ningún monstruo, soy un súper héroe —exclamó Jackson con diversión sabiendo las intenciones de Langley.
—¿Un súper héroe? ¿Qué superhéroe? —preguntó Nathan curioso y Jackson volteo a mirarlo.
—Superman —exclamó Jackson