Pov Michael
Mis ojos se quedan fijos en ese punto sensible de la mujer que amo. Justo como lo recuerdo, pálido, sin vello y totalmente rosado. Me relamo los labios antes de abrirle las piernas y bajar mi cabeza ahí. Elizabeth echa su cabeza hacia atrás cuando mi lengua toca su pequeño botón. La oigo gemir, mientras con mi aparato degustor me traigo todos sus jugos femeninos.
Es dulce, embriagadora y hasta adictiva
Su sabor me recuerda al vino tinto y me pego más a sus pliegues pasando mi lengua por su raja.
—Mich —exclama y mi erección crece aún más.
Trazo círculos con mi lengua mientras cierro mi mano en su seno. Están duros, conservados, como si aún tuviera dieciséis años. Su frente está perlada de sudor y sus piernas tiemblan. Llevo uno de mis dedos a mi boca y después de ensalivarlo lo llevo de nuevo a su vagina. Humedezco su canal y presiono su botón logrando que se hinche más. Eli aprieta con fuerza mis cabellos en cuanto comienza a moverse buscando más fricción.
—Mich, más rá