Cap. 74: El gran Duque y su reina.
Una semana después. El avión comenzó su descenso hacia el aeropuerto La Nubia, y Stella no pudo apartar la mirada de la ventanilla. A su alrededor, las montañas verdes parecían extenderse hasta el infinito, algunas cubiertas por una neblina ligera que las hacía parecer mágicas. Aunque el aeropuerto estaba ubicado en una zona despejada, las colinas y valles que rodeaban la ciudad eran una muestra de lo que le esperaba.
Cuando el avión aterrizó suavemente, Stella respiró profundamente, sintiendo que el aire, aunque aún cargado con el eco del motor, era más fresco que el de cualquier lugar que hubiera visitado. Al bajar por la escalerilla y pisar el suelo, levantó la vista hacia las montañas que se alzaban imponentes alrededor del aeropuerto.
—Es como si la naturaleza te abrazara —murmuró, mientras el viento fresco agitaba suavemente su cabello.
Mike sonrió al escucharla.
—Y eso que aún no has visto lo mejor. Vamos, el auto está esperando.
El trayecto desde el aeropuerto hacia la haciend