Capítulo 38
Camila sentía que se moría por dentro, Su madre no estaba muerta y toda su vida había vivido con esa mentira, Y ahora Rodolfo simplemente lo decía como si fuera un dato más.
—¿Dónde está? —preguntó con la voz temblando—. Necesito saber qué pasó. Dime lo que sabes.
—No tengo que darte explicaciones —respondió él, con frialdad—. Ni pienso recordar nada del pasado, Esa mujer se fue y punto, no quiero hablar más de ella, y menos contigo.
Camila lo miraba incrédula, Él ni siquiera se esforzaba por fingir humanidad, a pesar de cuidarlo en sus momentos más vulnerables, Rodolfo levantó la voz y le apuntó hacia la puerta.
—¡Lárgate! No tienes nada que hacer aquí, Ya tuve suficiente por un día.
Santiago intervino antes de que todo empeorara, el no iba a dejarla sola
—Vas a tener que entregarme los balances del dinero de Camila, Si su madre se llevó algo, tendrás que demostrarlo con papeles. Y otra cosa… —lo miró serio —. Me voy a divorciar de Adriana, Quiero de regreso cada centavo