No entiendo cómo pueden existir mujeres que se quieren tan poco que permiten que los traten así, pero, es evidente que abundan y mucho, cuando amarse a sí mismo no cuesta dinero.
‘Cállate, lo que necesitas es que una mujer enamore a tu esposo, para que te deje en paz.’ Me dice mi mente.— No te atrevas a burlarte de mí. — dice Jessica mirándome con todo el odio que su cuerpo puede experimentar.— Créeme, no lo hago. Lo decía por Arnold, tiene una mujer que quiere apoyarlo en su trabajo, es hermosa y está dispuesta a consentirlo, pero, él no la valora. Eso no está bien. Tiene ojos y no ve. — digo y ella suaviza un poco su mirada, pero, ahora quien me observa con odio es Arnold.— ¿Tanto deseas que me folle a otra mujer, Eva?‘Quiero más que eso, Arnold.’ Me digo mentalmente.— ¿Quieres que te sea si