Meses después

Aunque creí que mi estadía con Arnold sería una completa agonía, el hombre no solo me ha permitido recuperarme como lo necesito, si no que, los doctores que mi hijo necesita ver para monitorear su salud, vienen aquí.

Se está comportando como un caballero, uno que aunque llegó tarde, al menos tuve la oportunidad de ver ahora que tanto lo necesitaba.

— Eva… — dice Arnold sin tocar la puerta antes de entrar, porque como dice él, es su casa y él entra donde quiera.

— ¿Qué pasa, Arnold? — pregunto agotada.

Arnold parece que no tiene algo bueno que hacer, porque si no está molestándome, parece que está haciendo un desastre en la cocina, porque dudo que ‘las comidas saludables’ sean realizadas por algún profesional.

‘¿Qué se le ocurrió hacer él ahora?’ me