Mi cuerpo se bloquea, porque por mucho que quiera defender a mi hijo y a mí, estoy recién operada y eso genera un límite en mí. Es por ello, que espero lo peor. Me imagino siendo violentamente golpeada al punto en que necesiten de nuevo suturas y mi hijo… mi pobre bebé queda a merced de un padre que ha demostrado no ser merecedor de mi pequeño.
‘Yo… estoy condenada al sufrimiento.’ Me digo mentalmente.Por fortuna, el impacto no se siente, pero, si puedo escuchar un sonido extraño, es entonces cuando abro mis ojos que apenas noto que los había cerrado y observo que Arnold bloqueo el ataque enterrando en el hombre una navaja justo en su garganta.‘Santo Dios.’ Me digo mentalmente.Ni siquiera puedo comprender como es posible que él se mueva tan rápido y con tanta precisión, pero, es esta la que me ayuda a aun seguir con vida y sin heridas nuevas.