Rafael comenzó a reír, una risa cargada de arrogancia. Bebió lo que quedaba de su copa de un solo sueldo y asintió.
—¿Es decir, ella tiene beneficios por ser tu enamorada? Eso no es muy ético y es algo con lo que no estoy de acuerdo.
Max chasqueó con su lengua, la actitud de Rafael lo estaba irritando mucho más de la cuenta.
—No voy a pedirle disculpas, la despedí porque no confío en ella. Ni siquiera fue porque asumí que tenían ustedes dos alguna relación.
—¿Por qué no confías en ella? Ni siquiera te das el tiempo de conocerla. Abigail es una de las mejores personas que conozco. Mira cuñado lo único que te pido es que ella pueda seguir trabajando, si te parece muy humillante pedirle disculpas al menos devuélvele el trabajo.
—No puedo trabajar con una persona en la que no confío.
—¿Ella te ha hecho algo? Porque de lo contrario no entiendo cómo no puedes trabajar con una persona así. Comprendo que el problema pueda ser tuyo.
—¿Estás tratando de decir que problema es mío?
—Lo úni