LXVIII

Alexander creyó ciegamente en las palabras de Oceanía, la verdad es que creo que él solo buscaba una razón para odiarme, para romper nuestro compromiso... Supongo que después de tantos años sin amor y ningún tipo de afecto la chispa en su corazón finalmente se había apagado lo peor del caso es que era para encenderse por Tamyria.

Ella fue la primera en enterarse de mi "infidelidad" puesto que Alexander corrió a refugiarse en sus brazos y llorar, haciéndose la víctima como le correspondía. Supuse que era lo que tocaba, que al final ya no había solución alguna y era mejor que él me dejará ir de esa forma, al menos así mo cargaría con el peso de la culpa de abandonar a su abnegada esposa en coma como lo haría cualquier maldito. Ahora, sin embargo, era lo justo yo en esa situación tan deplorable más bien parecía que estaba pagando un karma por las que había hecho en vida.

Mi hermana le comentó que seguramente mis celos desaforados eran debido a que yo estaba haciendo algo peor que normal
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