Sebastian tomó la botella de cerveza de manos de Giovanni y se fue a sentar en uno del los sofás, junto a su padre. Angelo y su padre, Luka, también estaban allí.
Había puesto a su familia al tanto de lo ocurrido con Ginevra y Corrado. Cuantas más personas estuvieran al tanto, más ojos habría para vigilar y proteger a Gemma cuando él no estuviera cerca para hacerlo. Todos los miembros de su familia le habían ofrecido ayuda en lo que necesitara, al igual que la familia de su novia. Contar con ellos era una ventaja invaluable, pues cada uno disponía de recursos que podían resultar de gran utilidad.
—¿Descubriste algo más? —preguntó cuando Giovanni se sentó.
Habían pasado poco más de dos semanas desde que le pidió a Giovanni que investigara a Ginevra y Corrado. Como había prometido, él le entregó un expediente de cada uno al día siguiente y, un par de días después, una actualización. Los archivos eran minuciosos, por decir lo menos, aunque no contenían nada realmente relevante. A simple