XXIII. El baile de Otoño
Matt estaba sumamente ocupado en la empresa, arreglando los desastres dejados por Duncan y saliendo de las zancadillas que le ponían a cada rato los accionistas resentidos que no se conformaban con haber perdido.
Se pasaban el día cuestionando cualquiera de sus decisiones y de todo querían hacer un debate.
Así que cuando se encontró a Ailsa una noche, vestida con un hermoso vestido atrevido, pegado a su silueta y rojo como su cabello, casi se le cae la baba sobre ese escote blanco cremoso, que insinuaba muchas cosas.
- ¿Te.. te gusta? – le preguntó, pero por la mirada lobuna de Matt parecía que la elección de Morag había sido acertada- Es para mañana el baile de otoño.
- ¿El baile? ¿Qué bail…? Ah, claro, el baile que se hace entre las empresas, en cierto, lo había olvidado por completo- confesó Matt
Con tantos pendientes había olvidado que el secretario Jack, le había hablado de ese baile que se llevaba a cabo entre los principales hombres de negocios de la ciudad y más que para diver