Mundo de ficçãoIniciar sessãoSasha limpió la herida con cuidado porque no dejaba de sangrar y Aileen notó un leve cosquilleo frío, pero nada de dolor, el anestésico hizo efecto casi al instante.
— Bien, ahora voy a cerrar el corte, tres puntitos y listo. — avisó la doctora con voz serena.
Aileen asintió, mordiéndose el labio, no sentía dolor, pero sus músculos estaban rígidos, podía escuchar el sonido del hilo tensándose y el suave roce metálico de la aguja, y eso le revolvía el estómago.
— Relájate, que no te está cosiendo un pantalón. — bromeó Masón, intentando distraerla.
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