Mundo ficciónIniciar sesiónCorrió hacia las gradas del instituto, sin embargo, entre la prisa y el ruido de la tormenta, no vio a una pequeña rata que cruzaba justo por su camino, sin querer, la pisó, un chillido agudo la sobresaltó, y ella pegó un grito mezclado de susto y culpa.
— ¡Ay, Dios! — exclamó, dando un paso atrás.
Antes de poder reaccionar más, sintió unos brazos fuertes rodearla y sostenerla con firmeza, levantó la mirada y vio a Thomas, que estaba cerca y la había escuchado.
— ¿Estás bien? — preguntó con preocupación, mientras le secaba un poco el cabello empapado con la manga de su camisa.
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