Mundo ficciónIniciar sesiónEstuvieron trabajando bajo la atenta mirada del cuervo, que parecía no perderse un solo movimiento, la brisa suave agitaba las hojas del árbol, y por momentos el graznido lejano de otros pájaros contrastaba con el silencio pesado que imponía la presencia de aquel animal. Al cabo de un rato, entre apuntes y respuestas, los cuatro comenzaron a sacar algunos recipientes con fruta, Madison tenía fresas en un pequeño tupper, Thomas sacó rodajas de manzana, Chloe apareció con un paquete de galletas dulces y Aileen abrió una bolsita donde guardaba unas uvas verdes que había preparado esa misma mañana.
De pronto, sin previo aviso, el cuervo descendió en picada, se dejó caer con un golpe seco sobre la mesa, haciendo rebotar los lápices y los papeles, los cuatro dieron un salto del susto.







