Inicio / Mafia / La atracción fatal del gángster / Capítulo 42 : Mi alma gemela
Capítulo 42 : Mi alma gemela

Auracio

Voy a la tienda de vestidos de noche para comenzar a seleccionar vestidos para mi futura esposa y su nueva amiga. Tenemos cosas muy bonitas, pero no lo suficientemente diferentes, ¡así que iremos a ver a otro lugar! La segunda tienda es mucho más diversa. Empiezo a apartar algunos vestidos, cuando vengan, podrán elegir más rápido, no tendremos que perder tiempo. Ellas llegan, cuarenta y cinco minutos después, ¿cómo pueden las mujeres perder tanto tiempo probándose ropa? Finalmente llegan, podemos comenzar el desfile. Después de dos horas en el podio, las chicas finalmente han hecho su elección. Podemos regresar. Miro atentamente a Angèle, es una buena esposa, tranquila, leal y sobre todo, no ha humillado a su esposo frente a nosotros, aprecié mucho su autocontrol. Si fuese Ariane, ¡ay Dios! Creo que en este momento estaría buscando mis pelotas. No se me pasaría por la cabeza engañarla, pero si alguna vez eso sucediera, iría a esconderme en una caja fuerte, para que no me encontrara, puede ser muy cruel a veces, pero lo que más me gusta de ella es su lealtad hacia sus amigas. ¡Es una mujer tan valiente! Me sentiría muy honrado si ella se convirtiera en mi esposa y la madre de mis hijos. Regresamos a casa, Angèle va a su habitación mientras nosotros vamos a tomar un buen baño en la nuestra.

Ariane

Entro en mi habitación para desvestirme, Auracio entra detrás de mí, y hace lo mismo. Cuando se quita la camisa mostrando sus abdominales, me humedezco los labios al mirarlo, mis ojos ávidos devoran su cuerpo perfecto. Él me mira con una sonrisa cautivadora, sabe que yo sé que él sabe que tengo ganas de devorarlo. 

- Déjame ayudarte a desnudarte. 

- Tu ayuda es bienvenida.

Me acerco lentamente y comienzo a acariciar su pecho, luego ataco su hebilla de cinturón, sus pantalones caen, seguido de su calzón, luego veo aparecer frente a mí el objeto de todos mis tormentos. Se alza orgullosamente frente a mí, vibrando en su gloria, él y yo nos miramos, evaluándonos antes de que me incline ante él, acariciándole la cabeza como para calmar a una bestia salvaje. Él tiembla ante mi contacto pidiendo aún más atención. Estoy medio desnuda, no llevo mi top, solo mi sujetador, mi pecho se muestra a medias. Me quito los pantalones, estoy solo en tanga y sujetador, me pongo de rodillas frente a él, Auracio se apoya contra la pared con una mano, mientras que la otra mano me acaricia la mejilla, me humedezco los labios para comenzar a darle una buena mamada. Cada vez que tengo un poco de tiempo, trato de perfeccionarme en este arte porque para dominar a un buen amante, hay que saber dominarlo un poco en la cama. Con mi lengua, lamo la cabeza de su anaconda, que se mueve bien. Pongo un pequeño trozo en mi boca, presiono bien mis labios alrededor de su cabeza, mi bebé gime pesadamente, levanto la cabeza para contemplar su rostro impregnado de pura felicidad, es un espectáculo que nunca dejaré de mirar. Comienzo a jugar con él: lo meto suavemente en mi boca, pero paso a tragármelo totalmente. 

- ¡Mierda, bebé, no juegues a este juego! 

Sonrío ante su queja. Luego lo empujo profundamente en mi garganta, él gime más fuerte, tengo un poco de arcadas, pero hago abstracción y continúo, su mano se posa sobre mi cabeza para guiar mis movimientos, sus caderas siguen el movimiento. 

- M****a bebé, Hummm ohhhh..... ¡síiiii!

Sus movimientos son más fluidos, sus caderas se mueven más rápido, su agarre se aprieta en mi cabello, termina llenando mi boca con sus jugos cremosos. Sigo limpiándolo hasta dejarlo bien limpio. Finalmente dejo su sexo a medio flácido, con una sonrisa en los labios, me ayuda a levantarme y me agradece con un beso magistral. 

- ¡Eres perfecta para mí! ¿Lo sabes al menos? 

- Sí, lo sé, ¡nos llevamos tan bien! 

- Para mí, es más que eso, tengo la impresión de que eres mi alma gemela. 

Tengo la sensación de que nos conocemos desde hace mucho tiempo, ¿no lo has notado? 

- Es cierto que a veces me dejas ser caprichosa, como si no te molestara hacerme feliz y en la cama, ¡somos tan fusionados! Tienes toda la razón, siento que nos conocemos desde hace décadas. 

Ahora que me has provocado, voy a terminar lo que comenzaste. 

- Pero ya hemos terminado, ¡pues acabas de disfrutar! 

- Sí, pero no es suficiente para mí y lo sabes muy bien. Me diste la entrada, ¡ahora quiero el plato principal! 

Me gira hacia la pared, me arquea y luego arranca mi pequeño tanga. 

- ¡Eh, salvaje, ve despacio! 

- Estoy demasiado ansioso por fundirme en ti. 

Él toma su polla y acaricia la entrada, torturándome con ella, sin penetrarme, ahora impaciente, muevo mi trasero para incitarlo a que me lo meta bien profundo, pero él sigue con su pequeño juego. 

- ¿Qué esperas? 

- ¡Que me lo pidas! 

- ¡Auracio! 

Lo digo con una voz amenazante. 

- ¿Sí, bebé? ¿Qué puedo hacer por ti? ¿Y qué manera es esa de pronunciar ese nombre tan grande en un momento como este?

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP