Capítulo 41 : Ensayos

Ariane

Sé que soy demasiado impulsiva cada vez, y siempre me emociono demasiado rápido. 

Siempre estoy en mis pensamientos cuando recibo una notificación: es Angèle quien pregunta si puedo acompañarla a ir de compras. 

Es una muy buena idea, desde que tengo la cuenta bancaria llena, aún no he gastado nada. Le envío un SMS a Auracio para saber si estará con nosotros.

- Claro, ¿piensas salir sin mí? 

Para permitir que todos esos hombres te miren afuera, eso está fuera de cuestión. 

Prepárense, los espero en diez minutos. 

- De acuerdo, mi amor, llegaré rápido. 

Le envío un SMS a Angèle para decirle que se apure porque, el señor gruñón está de la partida. 

Nos encontramos en el estacionamiento, vamos a tomar tres vehículos: dos para la seguridad y uno donde estaremos. 

Llegamos rápidamente frente al complejo, bajamos todos, los guardias están delante y detrás. 

Auracio está entre nosotras dos, nos hemos agarrado cada una de su brazo. 

- ¿Por dónde empezamos? Le pregunto a Angèle. 

- Vamos a empezar por todo lo que es sexy. Necesito ropa sexy, ya sea vestidos, faldas, shorts, pantalones, sujetadores, lencería, todo. 

- Tenemos trabajo hoy. Mi bebé, nos vas a ayudar, ¿verdad? 

- Claro, estoy aquí para eso. 

- Muy bien, vayamos, vamos a empezar por la lencería, mientras tanto tú, puedes ir a buscarme vestidos al otro lado, nos uniremos a ti en treinta minutos. 

- Muy bien, pero no se tarden demasiado. 

- No nos vamos a tardar. 

Nos separamos allí, mientras Auracio se dirige hacia la habitación de la izquierda, nos dirigimos hacia la derecha donde están las tiendas de lencería. 

Somos recibidas por una mujer de cierta edad, muy sonriente, ella nos da un lugar, luego nos ofrece algo de beber. 

- ¿Y si nos tomamos un poco? De todas maneras, si no podemos caminar, Auracio y los guardias están ahí para levantarnos. 

- Tienes toda la razón, querida. 

Voy a hacer que se pongan celosas esta mañana, voy a llamar a mi amiga Simone y en video, se pondrá verde de celos. 

- ¿Qué esperas? Lanza la llamada. 

Y luego, verá que te he reemplazado muy rápido por mí. ¡Ja ja ja... me gustaría ver su cara! 

- Muy bien, lanzo la llamada, tengo la impresión de que siempre estás buscando problemas, ¿no? 

- Estás empezando a conocerme tan bien, es tan estimulante provocar reacciones en la gente, ya sea positiva o negativa, para mí todo es lo mismo. 

Lanza la llamada, nos traen prendas para probar, luego viene y deja las copas de champán. 

- Traigan mejor la botella. 

- Muy bien, señora. 

- ¿Aló, Simone? 

- ¡Perra, dime dónde estás actualmente! 

Angèle mueve la cámara del teléfono para que su amiga pueda ver por toda la tienda, luego vuelve hacia mí con mi copa de champán en la mano. 

- M****a, ¿estás de compras sin mí? Qué mala eres, querida, ¿no podías esperar a que llegara? Además, están bebiendo champán y ¿es esa perra a tu lado? ¿No me digas que ya me has reemplazado? ¡No es posible!

¡Tú, mi única hermana! ¡Me has hecho esto! ¡Me has echado de tu vida! 

- ¿Puedes dejar de ser tan dramática? 

Esa perra a mi lado es nuestra tercera hermana, es la última de la familia, así que ¡deseale buena llegada! 

Angèle gira la cámara hacia mí y saludo a la perra al otro lado del mundo. 

- Hola, perra, si te demoras demasiado allá, ocuparé todo el lugar disponible, así que más te vale traerla muy rápido. 

- Hola a ti también, perra, no te atrevas a ocupar mi lugar, ese lugar es único y nadie puede ocuparlo, ¡a buen entendedor, salud! 

Y tú Angèle, lo vas a lamentar. 

- Simone, casi olvido, ven comprando píldoras para dos años de protección, te haré una transferencia para la compra. 

- ¿Qué es esta historia? ¿No puedes comprarlas donde estás? 

- Es una larga historia, te la contaré a tu llegada. 

- Muy bien, estaré ahí la semana que viene con tus píldoras. 

- Y por favor, escóndelas bien. 

- OK, pero debes saber que te odio. 

- Yo también te quiero. 

- Y yo también, te odio. 

Cuelga y le ofrezco un vaso de champán, lo trago de un solo golpe. 

- Lo necesitaba. 

- Tienes toda la razón. Veamos las maravillas que tenemos frente a nosotras. 

¿Podemos tener un espacio privado? 

- Por supuesto, señora, ¡síganme! 

Ella nos conduce a un espacio más lujoso, grande, sí, estaremos mucho más en intimidad. 

- Envíenos todo lo que tengan de sexy, muy sexy, queremos la total. 

- Como ustedes deseen, mis damas. 

- Muchas gracias. 

Ella regresa, unos minutos después, con dos maletas de ropa interior. 

Luego nos deja solas, con la botella de champán y las copas. 

Comenzamos a clasificar los conjuntos de lencería, color por color. 

Y comenzamos a desnudarnos, ¡es hora de los ensayos!

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP