John

- Gracias por el cumplido, con nuestro trabajo, hay que ser considerado.

- ¡Estoy completamente de acuerdo contigo!

- Sígueme, te voy a mostrar mi humilde morada.

- ¡Vamos!

Hacemos un recorrido por la propiedad, me muestra sus instalaciones inventadas sobre la seguridad, uso el mismo software pero tengo la impresión de que para él ha sido modificado y adaptado a su realidad. Necesitaría algo así.

Terminamos la visita en su salón donde creo que están instaladas sus dos amigas. Este hombre, tiene lo suyo: tener dos mujeres en una misma casa y lograr controlarlas, evitar que se peleen entre ellas.

- ¿Cómo logras evitar que te hagan escenas de celos cuando estás con una u otra?

Él me sonríe de manera enigmática y me dice:

- Cada una sabe que puede irse de un día para otro, que no pertenezco a nadie y sobre todo, les doy buenas correcciones cuando intentan desafiarme. Saben que soy el amo indiscutible de la casa y están ahí para satisfacerme.

- Eres realmente impresionante. Las mantienes bajo control.

- Efectivamente, ven que les presente.

Llegamos a su nivel, ellas se levantan para venir a estrecharme la mano:

- Mis queridas, les presento al sanguinario, sanguinario, aquí está Jenifer, mi primera, y Sibelle, mi segunda.

Les hago un beso en la mano.

- Muy feliz de conocerlas, son realmente magníficas las dos.

- Gracias, podemos pasar a la mesa.

Nos dirigimos al comedor.

La cena transcurre bien, y él está bien acompañado, con su Jenifer a su derecha y su Sibelle a su izquierda. Sabe rodearse bien, son muy bellas.

Pero, siento una frialdad entre él y la de la izquierda. Se nota en la forma en que la mira y ella en su manera de evitar su mirada. Podría ser que haya tensión entre ellos.

Después de la cena, vamos a su oficina para beber una buena botella de licor. Una de las mejores botellas del mundo.

- Entonces, me habías hablado de una amante, ¿en qué nivel está ahora?

- Esa es la razón por la que soy tan feliz: la he secuestrado, me está esperando ahora mismo, si quieres, te invito a la boda que se celebrará en uno o dos meses como máximo.

- Me gustaría, pero no quiero ser parte de las represalias cuando todo el mundo se entere de que eres tú.

- ¿No me digas que tienes miedo de la Muerte?

- No, pero para los negocios, hay que llevarse bien con todos. Así que no podré ir y no estoy al tanto de nada. Pero, sé que estoy feliz por ti. Ahora tienes lo que tanto deseabas. Asegúrate de hacer las cosas bien. Espero que logres domarla rápidamente.

- Pondré todo mi saber hacer en ello.

- Pero, si no lo logras, siempre puedes probar con ella el nuevo producto que acabas de adquirir.

- No, no tendré placer en hacer eso, me gusta cazar, y no hay nada más satisfactorio que la presa que has cazado, luego atrapado y finalmente degustado, el sabor es mejor y más sabroso. Quiero dominar ese carácter ardiente que ella tiene.

- Lo espero de todo corazón por ti.

Después de una hora, me despido para regresar a mi hotel, tomo mi jet esta noche, tengo muchas ganas de ver a mi bella tigresa. Imagino su sorpresa cuando me vea.

Llego a mi Nil a primera hora de la mañana.

Auracio

Prefiero regresar a casa, allí tengo más margen de maniobra que aquí.

Se lo hago saber a Alex, quien intenta disuadirme, pero no tengo la intención de quedarme de brazos cruzados. Tengo tres hombres heridos entre seis, son heridas que no son muy graves, les daremos los primeros auxilios en el avión.

- ¿Estás seguro de que no quieres quedarte solo dos días?

- No, Alex, esos dos días, puedo usarlos para poner a mi equipo en todas las pistas posibles. De tu lado, busca saber cuáles son los últimos jets que han cruzado el cielo ruso esta semana, porque no sabemos desde hace cuánto tiempo están esperando para dar su golpe.

- Muy bien, hermano, no te preocupes, sabré quién es el suicida que se atrevió a llevarse a tu mujer. Se arrepentirá de haberlo pensado.

- Gracias, hermano, manténme informado sobre la evolución de tus investigaciones.

- No fallaré en ello. Que tengas un buen viaje. Te contactaré tan pronto como sea posible. Nos despedimos con esas palabras. Me uno a mi equipo en el jet. No quiero pensar en cómo la casa estará vacía sin ella.

No sabía que había ocupado tanto espacio en mi corazón.

Me doy cuenta de que me he enamorado de esta mujer desde el primer día que la vi. La extraño tanto. Sé fuerte, mi amor. Te encontraré donde sea que estés.

¿Pero quién la ha secuestrado? ¿Y por qué? ¿Es para hacerme daño que me quitan lo que más valoro en este mundo?