35. ¡Ni soñando comparto el auto contigo!
Kira fingió no oírlo y siguió adelante. Había pedido un auto por la aplicación del móvil hace segundos.
— Kira — su nombre volvió a sonar en la boca de Jack a sus espaldas, pero ella no tenía ni la mínima intención de encararlo y hablar con él. No era muy maduro de su parte, pero él tampoco era un niño y así era como se había estado comportando con ella la última semana.
Jódete, neoyorkino arrogante. Pensó a medida que cruzaba el enorme jardín de la casa y evitaba a toda costa sentir el fulguro cosquilleo que provocaba ese hombre ahora a menos de medio metro cerca de ella.
Jack la capturó delicadamente del codo y la instó a mirarlo. Para él, ninguna mujer merecía el esfuerzo de ir tras ella y comportarse como si estuviese necesitado de atención, o un poco más que eso, pero tratándose de Kira, todo se salía de su clásico comportamiento… no lograba entender del todo por qué, aunque empezaba a sospecharlo y no le gustaba nada ese hecho.
¿Qué tenía ella que no pudiese conseguir en otra mu