—Me identifico con esta canción en este momento porque es para una persona muy especial para mí, ella es bellísima y yo un idiota, quiero que sepa lo mal que me siento por haberla dejado ir.Él me mira, aunque el público está al frente, eso parece no importarle. Sus dedos comienzan a deslizarse suavemente por las cuerdas de la guitarra, escuchándose un sonido muy lindo.—No sé muy bien, por dónde vas, Te buscaré, Estoy seguro que te encontraré, Estés donde estés… —Entona la canción “Ando buscando” de Carlos Baute y piso 21.Al terminar, Alessandro recibe muchos aplausos, yo estaba muy feliz por él y él me veía solo a mí que más le gustaba era el de Sam. Sofía abraza a Alessandro y lo felicita, borrándome una sonrisa y me giro para no verlos.Entro a la habitación y me siento en la cama, entrelazo mis dedos entre si y juego con ellos impacientemente, escucho la puerta cerrarse y me da un susto, haciendo que sobresalte y me fije en él.—Me asustaste. —Doy media sonrisa.—Lo siento, tú t
—Son tus rasguños amor.—¿Qué? — No entiendo y él me da un beso corto, luego se muerde el labio con gracia.—Si amor, cuando te follo duro, me rasguñas la espalda y eso me excita demasiado. —Vuelve a besarme y me reí.—No pueden ser solo los míos, seguramente de otras chicas también.No puedo creer lo que dice él. Alessandro me sonríe y con su pulgar me toca mi labio inferior para sobarlo un poco.—No nena, son solo tuyos, eres la única que dejé y que aún dejo que me rasguñe cuando follo. —Admira mi labio como si fuera carnada.—Explícate por favor… —pido.—Sam, no me gusta que las demás me toquen si no quiero, no me gustan qué me hagan cosas si no lo pido, y eres la única a la que le permito hacer lo que desee conmigo, a lo mejor lo haces inconscientemente durante el sexo, no me gustan los rasguños y marcas en ninguna parte de mi cuerpo, pero si lo haces tú, me encantan —se explica.—Está bien. —No sé por qué, pero siento un poco de felicidad, tal vez por sentirme especial—. Nuca los
—Bueno, es molesto que aparte de que tengas novia y te acuestes con otras, yo no pueda estar con otros. —Junta sus cejas y él queda embobado—. Quieras o no, haré lo que yo desee.—¿Lo dices porque anoche te discutí de que estuvieras con alguien? ¡Qué importa! Seguramente después hiciste lo que se te dio la gana. —Ella abre sus labios ligeramente por impresión.—Alessandro, me amenazaste con que si estaba con un chico lo ibas a matar, nadie puede ponerme una mano encima —se lo dice como si no se lo creyera.—¿Y? —Le sabe a mierda.—Que tus celos son absurdos. —Cree que esta demente.—Claro que no, simplemente que tú eres mía y nadie puede tocarte. —Ella lo mira molesta.—¿Así será ser tu amiga con derecho a partir de ahora? Solo puedo coger contigo y tú puedes hacer lo que se te dé la gana, ¿Cómo antes? Que vivo eres. —Él alza sus hombros con desinterés—. ¿Acaso es así con todas? Ninguna puede estar con otros sino solo contigo.—No, esa decisión es tomada exclusivamente contigo, me val
—Así soy de complicado, y así me quieres. —La hace reír y asiente.—Pues sí.***Sam mojaba sus pies en la piscina, miraba el agua muy triste, ama a Alessandro, de eso está segura, pero su tristeza es porque no puede estar con él, lo ama, pero no puede estar con él, no puede seguir pisoteándose por él, dejar que le mienta de nuevo y que la siga lastimando, además, ella le propuso ser solo amigos con derecho, pero no puede complacerlo y dárselo todo el tiempo como si ella fuese varias chicas, Sam no quiere quitarle su felicidad, hablamos que su felicidad es el sexo, no quiere quitarle su comodidad de ser mujeriego y proponerle algo serio, por eso su manera de tratarlo, para que no sienta que ella lo está obligando o presionando y no pueda ser libre.—Uy, ¿Qué tiene esa carita triste? —Sam levanta la mirada y es su mejor amiga.—Creí que estarías con Agus. —Lourdes se incomoda, da media sonrisa y se sienta a su lado.—No, ese ridículo está jugando videojuegos con la tal Carolina —dice m
—¿Qué les pasa?—¿Qué te pasa a ti? —pregunta Karol de mala gana.—¿Qué? ¿A qué te refieres? —Arquea una ceja sin entender.—¡Ya me hartaste! —grita Valentina estresada de Samantha.Sam no entiende nada y Valentina se lanza sobre ella, la toma del cabello y se lo hala, mientras que Samantha solo quería separarla de su cuerpo.Valentina comienza pegarle y Sam no se lo iba a permitir, así que se defendió. Las dos caen al suelo y Valentina esta encima de Sam, esta comienza a darle cachetadas y a rasguñarle la cara.Sam como podía le devolvía la misma jugada, ella logra quitarse de encima a Valentina y se levantan, Valentina le da un último golpe cerca del vientre y eso le ha dolido demasiado a Sam.Ale y Agustín notan la pelea, estaban muy lejos como para haberlo notado, y Lourdes estaba cerca, pero no defendió a su amiga, muy en el fondo creía que se lo merecía.Los chicos las separan, Agustín tenía a Sam y la ayuda a caminar, pero esta se desmaya, entonces le toca cargarla. Mientras qu
Se abre la puerta y llaman su atención.—Al fin me dejaron entrar después de suplicarles. —Se acerca a Sam y le da un beso—. ¿Cómo te sientes princesa?—Estoy bien. —Da media sonrisa.—Eso me alegra. —Besa su frente y mira Lourdes—. ¿Qué dijo el doctor? —La pelinegra agacha la cabeza.—Está deshidratada —responde avergonzada y Alessandro mira mal a Sam.—¡Sam! ¡¿Estás loca?! Me dieron un gran susto, debes comer Sam. —Se sienta en la camilla.—Lo siento Ale, pero yo tampoco lo entiendo, yo estoy segura que estoy comiendo lo suficientemente bien. —Él se acuesta con ella y la abraza.—Lourdes por favor, déjanos a solas. —A ella le desagrada la idea, pero lo hace pesadamente porque Sam le ha autorizado—. Esto es algo exagerado, pero por un momento pensé que te iba a perder. —Besa su frente.—Perdón, no quise hacerte sentir de esa manera. —Se siente culpable sin realmente tenerla.—Lo sé, sé que nunca es tu intención lastimar a los demás o algo por el estilo, tienes un corazón tan grande q
—¿Quieres un helado? —propone y ella asiente, siguen caminando y llegan hasta el carrito de helado.—Dos de Chocolate por favor —pide Sam.El heladero saca dos barquillas y los rellena, luego se los da, Alessandro paga y se van.—¿Tienes hermanos? —Ladea un poco su cabeza.—Sí, bueno mi mamá se acaba de enterar que está embarazada y tengo una hermana por parte de papá. —Él sonríe feliz con esa información, estaba feliz por estar con ella.—¿Cuántos años tiene tú hermana? ¿Y cuantos meses tiene de embarazo tu madre?—Mi hermana tiene 13 años y mi mamá tiene dos meses de embarazo —explica y él asiente.—¿Tienes fotos de tu familia? —Ella asiente.—Solo de mi familia materna. —Saca el celular y se lo muestra.—Es muy linda tu madre, ¿Por qué eres más fea que ella? —bromea y ella golpea su brazo levente.—Lo dices como si tú fueras lindo. —Se ríe.—Admítelo, te tengo a mis pies, te resulto irresistible —lo dice muy seductor.—Piensa lo que quieras.Se sientan en una banca, un pequeño jueg
—No sabía que tenías un hermano. —Sam ve extrañada a Esteban.—Hay muchas cosas que no sabes y nunca sabrás de mí por tu capricho de estar con el idiota este. —Le guiña el ojo a Sam y Alessandro se interpone para cubrirla.—¡Contrólate! —dice molesto y amenazador—. ¡Nos vamos! Fue un gusto Tony. —Le da media sonrisa al pequeño y este los abraza.—¡Igual! —Se despegan del abrazo y se van.Alessandro halaba el brazo de Sam por el parque, estaba furioso, pero ella se soltó de él.—¿Qué te pasa? —Se cruza de brazos y él se voltea a verla.—Nada —responde seco.—No mientas Ale, se supone que hoy no estaríamos molestos por nada —le reclama y él bufa.—Es que no soporto al imbécil de Esteban —Expresa frustrado.—No fue a propósito encontrarse con él. —Se acerca a él y le soba su brazo, estaba tenso.—¿Ah no? Entonces, ¿Por qué te guiña el ojo? —Mira a otro lado.—No exageres Ale, además, se supone que no somos nada, ¿Recuerdas? Así que, ¿Para qué tener esa actitud? —pregunta súper obvia y Al