—Dime, ¿Cuál es el problema? —le pregunto.
—Que te he tratado terrible.
—Te enfocas en el pasado Ale, a partir de ahora puede hacer la diferencia si tanto te preocupa lo que hiciste, no te lamentes por lo que hiciste, comienza a resolver el presente, el pasado es pasado y solo toma lo que quieras corregir en caso de repetir.
—Tienes razón, comenzaré a valorarte desde ahora —besa mi frente—, nunca sabré cuando te perderé —besa mis labios.
Sus labios los mueve con desespero y deseo, como si la idea de perderme estuviera haciendo de las suyas. Yo le sigo el beso y luego nos separamos un poco, solo unimos nuestras frentes, sintiendo la respiración acelerada y caliente de nuestras bocas.
—¿Puedo saber en dónde estabas? —pregunto con delicadeza.
—Una amiga, se le murió su mascota, sé que es tonto, pero le tenía mucho cariño a su mascota.
—Ale, eso no es tonto.
—Obvio no, para mí no lo es, pero a veces siento que para los demás si lo es.
—Nadie es igual, no pueden sentir lo que tú e