••Narra Frederick••
La única forma de conseguir una apelación, era obteniendo nueva evidencia que pueda llevar a la duda razonable. Y ese era el maldito problema, ¿cuál era esa evidencia? No lograba hallarla, pero tenía que hacerlo, porque necesitaba encontrarla y destruirla.
Mi gente buscó por todos lados y no encontró nada nuevo. Pero era muy difícil saber cuál era la evidencia fresca si el maldito abogado era como un fantasma, sin nombre registrado, sin rostro.
Aunque en estos momentos… Era lo que menos me importaba.
A mi lado, Charlotte respiraba con la suavidad de un suspiro, estaba desnuda bajo la sábana que apenas cubría la curva de su cadera. Sus largas pestañas negras descansaban sobre sus mejillas sonrojadas y su cabello dorado estaba revuelto, cubriendo la piel de sus delicados senos.
La contemplaba, como lo había hecho innumerables veces mientras dormía. Cada línea, cada sombra, cada imperceptible movimiento de sus labios entreabiertos era un mapa que había memorizado, u