Capítulo 11: Cobarde.
Tuve que levantarme temprano para comenzar el tratamiento. Frederick no estaba por ningún lado.
Una vez que llegó el enfermero, me colocó una vía con antibióticos. Pensé que el doctor Bennett se haría cargo, pero al parecer, es por mi comodidad, ya que entre doctores y enfermeros, los enfermeros son mejores colocando vías.
Estuvimos él y yo, solos, por un largo rato, hasta que el suero se acabó. Aunque, en realidad algo me decía que no estábamos solos, podía sentir las cámaras de seguridad picando mi cuerpo.
Algo que si noté, es que el enfermero no me miraba a los ojos.
—Y… ¿Cómo te llamas? —pregunté.
Silencio.
—¿Trabajas con el señor Bennett? —Otra pregunta que fue contestada con un amargo silencio.
¿Le habían ordenado no hablarme o era así de antipático por naturaleza?
—¿Cuántas veces tenemos qué hacer esto? —Agité la mano, moviendo la intravenosa.
—Tres veces a la semana —suspiró, pasando página a la revista que estaba leyendo.
Bueno, al menos respondía mis preguntas respe