•Narra Frederick••
La camioneta azul desapareció del lugar, pisando el acelerador como un desgraciado. Charlotte se había ido con aquel sujeto, se había subido a su camioneta, sujetando la mano de ese hombre como si su vida dependiera de ello.
La llamé una y otra vez, pero estaba decidida a huir de mí, como si yo fuera una enfermedad contagiosa.
Mi celular seguía señalando el parque como la ubicación de Charlotte, pero ella ya no estaba aquí. Había logrado quitarse el brazalete y se fue con aquel imbécil.
¿Quién era ese hombre? ¿De donde lo conoció? ¿Por qué la ayudó a escapar? ¿Qué le prometió ella a cambio?
Los músculos de la mandíbula se me tensaron, pude sentir mis venas arder de la rabia.
Si ella pensaba que quitándose el brazalete sería libre, estaba muy equivocada. Ella jamás se libraría de mí. La encontraría, sin importar lo que costara. Y esta vez, no habrán más contemplaciones.
Solo le pedí una oportunidad, que me permitiera entrar a su corazón. Y su resp