Capítulo 87: La bestia y su presa.
Un escalofrío viajó por mi espalda. El vello de mi cuerpo se erizó y las piernas comenzaron a temblarme. Era la misma voz sin rostro que me seguía en mis pesadillas.
Y aquí estaba una vez más, detrás de mí, sujetándome, sin poder verlo. Era como si la historia se estuviera repitiendo.
El brazo que me rodeaba la cintura era como un anillo de acero. Presionaba mi vientre con fuerza, arrebatándome el aire. Me doblé a la mitad, sintiendo como si me comprimieran el abdomen.
—Que sorpresa —murmuró contra mi cuello, su aliento apestaba a cigarrillo y quemaba mi piel, en todo el mal sentido de la palabra—. La princesa Darclen nos honra con su presencia esta noche.
Travis se acercó tambaleándose, sobando su cráneo justo donde le pegué. Cuando observó la palma de su mano, esta estaba cubierta de un líquido carmesí brilloso.
«Sangre»
—La perra sabe pegar duro —dijo con una sonrisa sin dejar de observar su palma ensangrentada.
De pronto, mi rostro fue volteado de un bofetón. Solté un chillid