Una Chica extrovertida es elegida por situaciones de la vida, a ser la niñera de un bebé adorable, con un delicioso padre. El está recién divorciado, no piensa en algo serio, sin embargo algo de ella le atrae, se rehusa a caer en la tentación, sin embargo, nada está escrito. ¿Mr Thompson caerá en la tentación?
Leer másCarlota Rodríguez
Mi cabello tenía una maraña de nudos imposibles de desenredar, no sé porque motivo, a pesar de tener un cabello medianamente lacio, al dormir se me hacían este tipo ataduras que al tratar de soltar terminaba por arrancar gran parte de cabellos. —Carlota, ya me voy, el trabajo en casa de los Thompson será hasta mañana, es su aniversario por lo tanto me quedaré cuidando al pequeño — mi madre, Carla, entra para despedirse de mi — Cuidado al manejar, avísame en lo que estés de vuelta. —Si mami, yo también voy saliendo a la universidad, en lo que termine con esto — termino arrancando un mechón desde la raíz — Joder!! —Dios! Ese cabello siempre ha sido rebelde, descanse desde que se volvió tu responsabilidad — giro mis ojos, tampoco es que se esforzará mucho, no fui jamás! La niña de bonitos peinados, todo lo contrario, una cola alta era lo mas usual. —Si, aunque sigue siendo tu culpa, será parte de tu herencia! —No, es culpa de tu padre — se acerca y me da un beso en la mejilla — no olvides escribirme, no vemos mañana, allí queda comida hecha en la nevera, Dios te bendiga. —Amen mama, te amo! Se va y quince minutos después voy saliendo, llegó justo a tiempo para la primera clase, mis mejores amigos tienen un puesto reservado en medio para mi. —Hola mis preciosos!! — me siento y les doy un beso a cada uno en la mejilla, Dorothea, nos conocemos desde niñas, antes solía vivir cerca de mi casa, pero se mudo cuando su madre se casó con un hombre rico, aún así nunca nos separamos y Williams, lo conocimos en la secundaria, fue un flechazo para ambas, sin embargo tiene los mismos gusto que nosotras…. No sé si me entiendas, nos conformamos con una amistad y años después somos inseparables. —oh amiga, peleaste con clósets? Pareces caja fuerte! — dice Williams, según el, el ser gay lo hace experto en moda, Dorothea suelta la carcajada. —Solo ella sabe la combinación — me río sin gracia, soy una chica básica, me gusta la comodidad, un par de pantalones anchos, un suéter extra grande y zapatos deportivos, hoy me coloque un gorro de lana para cubrir la maraña esa que tengo como cabello. —No me dio tiempo de ver mucho que ponerme, anoche me dormí tarde por estar estudiando, ya los finales son la semana que viene, me desperté hace — veo mi teléfono — como media hora, no se cómo es que estoy aquí a tiempo. El profesor llega y ya nos dedicamos a prestarle atención, los tres mantenemos buenas calificaciones aunque estudiamos carreras diferentes, está y otra materia son las que tenemos suerte de compartir. Estamos a una semana de terminar el semestre, y ya nos quedaría uno para graduarnos, yo en finanzas, William en administración y Dorothea en Editora. Le hago una video llamada a mi madre al llegar , me muestra al pequeño Matías, es un niño precioso, he visto a su mamá un par de veces, le paga excelente a mi madre, Pero no es una madre abnegada, mi mamá dice que descuida mucho al pequeño y por eso va cada vez más seguido, lo que le ha costado otros trabajos a mi madre, ya que debe dedicarle más tiempo al bebé, solo tiene seis meses! —Hola bebe! — sonríe a la cámara — eres un bebé muy precioso — mi madre coloca el teléfono en la mesa para poder darle la comida, eso hace que tenga mayor campo de visión — ¿estás sola con el? Hago lo mismo que mi madre, coloco el teléfono y me preparo mi sándwich . —No, el señor Gregor se encuentra trabajando hoy en casa, la señora Irina se fue al spa para arreglarse para la noche. Mathias balbucea un poco y juega con la comida — Hoy me dormiré un poco más temprano, ayer lo hice muy tarde estudiando, me llamas al teléfono de la casa cualquier cosa — escucho un está bien hija, juego un poco más con el bebé, voy a dar el primer mordisco a mi pan cuando Don Adonis, Dios griego, descendiente de los Valhalla, aparece frente a la cámara. Hay hombres hermosos y este, nunca he sido fan de los chicos aniñados, esos de cutis perfecto y piel tersa, que si se ponen una peluca se convierten en una chica más, delgaduchos y sin suficiente masa corporal, a mis veintiún años, soy de gustos de hombres, hombres, de esos tipo vikingos, con barba, que exhuman poder y hombría por los poros. Este es un espécimen perfecto, se ve que es alto, por su franela ajustada, se ve que es fuerte, luce una barba perfectamente afeitada, acorde a su cabello negro bien peinado, está frente a Mathias sonriendo y tomando café, madre mía de mi vida, que este es el hombre de mi vida— Mathias! Algún día seré tu madrastra, lo juro por mi vida! Escucho un jadeo y es de mi madre, el hombre en cuestión ve a la cámara y yo me lanzo al suelo, me coloco las manos en la boca, como se me ocurre decirlo en voz alta, no sé si la llamada sigue en línea, mi madre me va a matar!Carlota Rodríguez Respiro profundo mientras se acerca, siempre probándome, siempre acechándome, y yo siempre cayendo, Pero no está vez, doy un par de pasos hacia atrás, alejándome de la tentación. —¿Qué haces aquí? — pregunto sin evitar que mi voz suene molesta — Deberías estar dándole las pautas a tu nueva jefa de finanzas, ya le dejé prácticamente el trabajo hecho así que…El suspira como si yo estuviera haciendo drama, que lo estoy haciendo por supuesto Pero no es el punto — No vas a renunciar, ni te vas a ir de mi empresa deja la niñeria, entiendo que seas joven pero….—Pero nada, soy joven, no idiota, se perfectamente mi edad, aún así tengo la capacidad de ejercer en este puesto de trabajo y no pienso dejar que ella sabiendo mi lugar y el suyo venga a pisotearme, sino, entonces porque carajos no le elegiste a ella como jefa de departamento de una puta vez — camino a la cocina por agua, es que cada vez que recuerdo la insolencia de la rubia envidiosa se me envenena la sangre.
Carlota Rodríguez La alarma suena y la lanzo hacia el suelo, me acomodo de nuevo en la cama para seguir durmiendo, Pero mi cerebro me recuerda que hoy es mi segundo día y me levanto ipso facto, mis articulaciones y entrepierna recuerdan la actividad de anoche, joder…. Si tenía dudas de que se hombre tenía más potencia, anoche las aclaro. Cojeo hasta el baño y abro el agua fría, es lo mejor para despertarme del todo y aliviar los dolores, no me dará tiempo de arreglar mi maraña de cabello, así que aplicó suficiente crema para mantener el control durante el día, aunque al final me hago un moño de bailarina con la pollina alisada, me maquillo un poco más para disimular las ojeras, y me coloco una braga de jean, con una sandalias transparentes altas, todas son altas, me encantan como se ven mis piernas al usarlas. Veo mi cama y muerdo mi labio inferior, anoche fue… no tengo palabras, solo se que me encanto la bienvenida a la empresa.Hoy si voy derecho a mi oficina, con las pautas de a
Carlota Rodríguez Está vez me decido por algo más elegante, un pantalon gris de pinzas, unos tacones negros, una blusa blanca y me maquillo sencillo, Pero me siento como una hoja de periódico vieja, siento que me hace falta algo de color, así que cambio los tacones negros por unos rojos y mis labios los maquillo igual, suelto mi cabello alisado y listo. Me veo bien, gracias a Dios y al ataque impulsivo de Dorothea de hace un par de meses, cuando nos dieron la información de los exámenes finales para culminar nuestras carreras me invitó de compras, ese día elegimos decenas de trajes para trabajar en oficinas, todos elegantes, todos a la moda. Salgo temprano de casa para llegar antes, así me voy preparando mentalmente para lo que viene. El metro como de costumbre está a reventar, así que me toca esperar a un siguiente viaje, con cientos de personas detrás de mi, dispuestas a pasarme por encima. Lo importante es que llegó quince minutos antes, y hago lo que se me dijo, subo a la ofi
Carlota Rodríguez —¡¡Casi llamo a la policía!! ¿Por qué carajos no contestas las putas llamadas? — Giro mis ojos. —Deja el drama Thea que estaba ocupada, fui a ambas entrevistas a ver cual me convenía más — hablo de lo más normal. —Jummm…. No sé porque, Pero presiento que te conviene más la propuesta de U&K— me río al respecto. —¿Ya tu terminaste la tuya? —Si acabo de salir de allí, estuve mirando a mis alrededores porque sabia que andabas por ahí, mi sentir de súper amiga me decía que por ahí andabas, así que estuve al pendiente por si tenía que salvarte del lobo feroz, aunque creo la ovejita le encanta que ser la presa de ese lobo.Para que decir que no, si, si…—¿Qué te ofrecieron? ¿Qué tal estuvo? —No, no, no, primero dime tú qué tal te fue… Mi teléfono vibra con un mensaje de Roberts. —Que tal si sorprendemos a nuestro amigo, almorzamos y hablamos… no voy a estar repitiendo lo mismo dos veces. —Ummm, el chisme viene con potencia! Nos vemos en la entrada de Arslan entonce
Carlota Rodríguez El sonido del teléfono nos devuelve a la realidad, veo a mi alrededor y estoy sobre su escritorio con varias cosas en el suelo, mi falda está a la altura de la cintura, su camisa y su correa están desabrochadas, mi blazer tirado en el suelo. Me bajo de inmediato, joder que hasta los tacones están desparramados, el se pasa la mano por la cara, toma un respiración profunda y contesta el teléfono.—¿Si Brigitte? —Señor llamo para recordarle la junta que tiene con producción referente al nuevo producto árabe….—En cinco minutos estaré allí, organiza todo — tranca el teléfono sin delicadeza Ya me he acomodade la falda y me he colocado el blazer, recojo mis tacones, mi corazón palpita desbocado…—¿Tienes algún baño…? — digo incómoda, me señala una puerta y corro hacia ella, entro y pongo cara de horror al verme, mi labial está corrido, joder, no puede ser que estar al lado de este hombre me termine comportando como una maldita prostituta. “¿Qué carajos me pasa? "Me a
Carlota Rodríguez Me veo en el espejo, mi cabello con un moño alto bien peinado, mi pollina enmarcando mi rostro perfectamente maquillado con un delineado grueso en mi parpado y labial rojo, me coloque una falda lápiz negra ajustada, una blusa blanca y una blazer gris, y zapatos de tacones infinitos negro. No parezco yo, no sé si exagere arreglándome, Pero definitivamente me veo como alguien capaz de ganar cinco cifras en su primer trabajo. Me voy en metro, el cual a esta hora está a reventar, Pero aún así llegó justo a tiempo, siento un vacío en el estómago de los nervios. Hago justamente lo que la chica me indico, y al llegar pregunto por Silene, la chica que me atiende abre sus ojos y me hace pasar de inmediato.Una joven morena menuda y de cabello abundante me recibe con una gran sonrisa.—Me alegro que te hayas tomado el tiempo de venir, mi nombre es Silene y soy quien te llamo ayer — me extiende la mano y yo le respondo con un apretón firme.—Es un placer estar aquí, la verd
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