Una Chica extrovertida es elegida por situaciones de la vida, a ser la niñera de un bebé adorable, con un delicioso padre. El está recién divorciado, no piensa en algo serio, sin embargo algo de ella le atrae, se rehusa a caer en la tentación, sin embargo, nada está escrito. ¿Mr Thompson caerá en la tentación?
Leer másCarlota Rodríguez Respiro profundo mientras se acerca, siempre probándome, siempre acechándome, y yo siempre cayendo, Pero no está vez, doy un par de pasos hacia atrás, alejándome de la tentación. —¿Qué haces aquí? — pregunto sin evitar que mi voz suene molesta — Deberías estar dándole las pautas a tu nueva jefa de finanzas, ya le dejé prácticamente el trabajo hecho así que…El suspira como si yo estuviera haciendo drama, que lo estoy haciendo por supuesto Pero no es el punto — No vas a renunciar, ni te vas a ir de mi empresa deja la niñeria, entiendo que seas joven pero….—Pero nada, soy joven, no idiota, se perfectamente mi edad, aún así tengo la capacidad de ejercer en este puesto de trabajo y no pienso dejar que ella sabiendo mi lugar y el suyo venga a pisotearme, sino, entonces porque carajos no le elegiste a ella como jefa de departamento de una puta vez — camino a la cocina por agua, es que cada vez que recuerdo la insolencia de la rubia envidiosa se me envenena la sangre.
Carlota Rodríguez La alarma suena y la lanzo hacia el suelo, me acomodo de nuevo en la cama para seguir durmiendo, Pero mi cerebro me recuerda que hoy es mi segundo día y me levanto ipso facto, mis articulaciones y entrepierna recuerdan la actividad de anoche, joder…. Si tenía dudas de que se hombre tenía más potencia, anoche las aclaro. Cojeo hasta el baño y abro el agua fría, es lo mejor para despertarme del todo y aliviar los dolores, no me dará tiempo de arreglar mi maraña de cabello, así que aplicó suficiente crema para mantener el control durante el día, aunque al final me hago un moño de bailarina con la pollina alisada, me maquillo un poco más para disimular las ojeras, y me coloco una braga de jean, con una sandalias transparentes altas, todas son altas, me encantan como se ven mis piernas al usarlas. Veo mi cama y muerdo mi labio inferior, anoche fue… no tengo palabras, solo se que me encanto la bienvenida a la empresa.Hoy si voy derecho a mi oficina, con las pautas de a
Carlota Rodríguez Está vez me decido por algo más elegante, un pantalon gris de pinzas, unos tacones negros, una blusa blanca y me maquillo sencillo, Pero me siento como una hoja de periódico vieja, siento que me hace falta algo de color, así que cambio los tacones negros por unos rojos y mis labios los maquillo igual, suelto mi cabello alisado y listo. Me veo bien, gracias a Dios y al ataque impulsivo de Dorothea de hace un par de meses, cuando nos dieron la información de los exámenes finales para culminar nuestras carreras me invitó de compras, ese día elegimos decenas de trajes para trabajar en oficinas, todos elegantes, todos a la moda. Salgo temprano de casa para llegar antes, así me voy preparando mentalmente para lo que viene. El metro como de costumbre está a reventar, así que me toca esperar a un siguiente viaje, con cientos de personas detrás de mi, dispuestas a pasarme por encima. Lo importante es que llegó quince minutos antes, y hago lo que se me dijo, subo a la ofi
Carlota Rodríguez —¡¡Casi llamo a la policía!! ¿Por qué carajos no contestas las putas llamadas? — Giro mis ojos. —Deja el drama Thea que estaba ocupada, fui a ambas entrevistas a ver cual me convenía más — hablo de lo más normal. —Jummm…. No sé porque, Pero presiento que te conviene más la propuesta de U&K— me río al respecto. —¿Ya tu terminaste la tuya? —Si acabo de salir de allí, estuve mirando a mis alrededores porque sabia que andabas por ahí, mi sentir de súper amiga me decía que por ahí andabas, así que estuve al pendiente por si tenía que salvarte del lobo feroz, aunque creo la ovejita le encanta que ser la presa de ese lobo.Para que decir que no, si, si…—¿Qué te ofrecieron? ¿Qué tal estuvo? —No, no, no, primero dime tú qué tal te fue… Mi teléfono vibra con un mensaje de Roberts. —Que tal si sorprendemos a nuestro amigo, almorzamos y hablamos… no voy a estar repitiendo lo mismo dos veces. —Ummm, el chisme viene con potencia! Nos vemos en la entrada de Arslan entonce
Carlota Rodríguez El sonido del teléfono nos devuelve a la realidad, veo a mi alrededor y estoy sobre su escritorio con varias cosas en el suelo, mi falda está a la altura de la cintura, su camisa y su correa están desabrochadas, mi blazer tirado en el suelo. Me bajo de inmediato, joder que hasta los tacones están desparramados, el se pasa la mano por la cara, toma un respiración profunda y contesta el teléfono.—¿Si Brigitte? —Señor llamo para recordarle la junta que tiene con producción referente al nuevo producto árabe….—En cinco minutos estaré allí, organiza todo — tranca el teléfono sin delicadeza Ya me he acomodade la falda y me he colocado el blazer, recojo mis tacones, mi corazón palpita desbocado…—¿Tienes algún baño…? — digo incómoda, me señala una puerta y corro hacia ella, entro y pongo cara de horror al verme, mi labial está corrido, joder, no puede ser que estar al lado de este hombre me termine comportando como una maldita prostituta. “¿Qué carajos me pasa? "Me a
Carlota Rodríguez Me veo en el espejo, mi cabello con un moño alto bien peinado, mi pollina enmarcando mi rostro perfectamente maquillado con un delineado grueso en mi parpado y labial rojo, me coloque una falda lápiz negra ajustada, una blusa blanca y una blazer gris, y zapatos de tacones infinitos negro. No parezco yo, no sé si exagere arreglándome, Pero definitivamente me veo como alguien capaz de ganar cinco cifras en su primer trabajo. Me voy en metro, el cual a esta hora está a reventar, Pero aún así llegó justo a tiempo, siento un vacío en el estómago de los nervios. Hago justamente lo que la chica me indico, y al llegar pregunto por Silene, la chica que me atiende abre sus ojos y me hace pasar de inmediato.Una joven morena menuda y de cabello abundante me recibe con una gran sonrisa.—Me alegro que te hayas tomado el tiempo de venir, mi nombre es Silene y soy quien te llamo ayer — me extiende la mano y yo le respondo con un apretón firme.—Es un placer estar aquí, la verd
Último capítulo