40. Pánico, un paisaje borroso, un número
40
Sera
El hombre avanzó hacia mí y yo retrocedí, pero me agarró del cabello y me lanzó fuera del baño, me levanté de un salto y caminé hacía atrás tropezando con la esquina de la cama. Antes de que pudiera gritar otra vez, me agarró del brazo con fuerza, obligándome a caminar.
—Muévete —gruñó, llevándome hacia la salida, tomamos el ascensor y cuando llegamos al piso 3 salimos y me empujó hacia la salida de emergencia, me dolían los pies por estar descalza y me sacaron por una puerta trasera del hotel.
Mi corazón golpeaba frenético en mi pecho mientras trataba de pensar en algo, cualquier cosa para escapar.
La parte trasera del hotel estaba desierta, el sol ya comenzaba a ponerse, tiñendo todo de un naranja sangriento, en menos de dos horas caería la noche y eso me ponía más nerviosa, no era una chica temerosa, pero las noches siempre me ponían nerviosa e inquieta.
Sentí el aire fresco en mi rostro mientras me empujaba hacia el lateral para entrar en el estacionamiento. Fue ahí,