Transcurrida la noche, las horas pasaron como en un sueño, muy deprisa, los esposos Long, bajaron a tomar el desayuno, se le notaba la felicidad en sus rostros, el amor volvió a tocar sus corazones. Violett ya estaba saliendo y su padre le preguntó:
—¿Por qué te vas tan temprano y sin desayunar?
—Papá, tengo que estar hoy temprano, voy a práctica de voleibol, es mi primer día y no quiero llegar tarde.
—Está bien y ¿con quién te irás?
—Pasarán por mí, tranquilo.
—No te olvides de recoger a tu hermana, irá a natación hoy.
Tomó una manzana y salió apurada, todos los demás ya estaban listos, Edward tomó su chaqueta, Pamela su bolso y salieron con Catherine rumbo al colegio, a veces ella se traslada en el transporte cuando su madre no pueda llevarla, se despidieron dándose los buenos días, junto con un beso y un abrazo.
—Te llamaré al llegar cariño —le dijo Edward muy emocionado.
—Esperaré tu llamada, mi amor, recuérdame un poco — dijo entre risas.
Al llegar a la oficina, Pamela atendió a