Quizá sólo era su percepción. Katherine no necesitaba preguntar más y avergonzarse a sí misma.
Mona se fue después de dejar los documentos. Katherine empezó a revisar la tabla.
La lista estaba llena de nombres de empresas. Tenía que enviar los archivos escaneados a las direcciones de correo electrónico correspondientes. Era una tarea tediosa y meticulosa.
Este trabajo parecía trivial, pero no podía tomarse a la ligera. Estos documentos contenían información confidencial de cada empresa, y su filtración podía tener consecuencias nefastas.
Sin los contactos de Oscar, Katherine, una nueva ayudante, no habría podido ocuparse de esos expedientes.
Comprobando la hora, Katherine empezó a trabajar en la tarea.
Quitó las grapas, escaneó los archivos, los renombró con los nombres de las empresas correspondientes y los envió a las direcciones de correo electrónico de los clientes.
El proceso no era complicado, pero sí muy tedioso.
Katherine completó pacientemente la tarea sin quejarse, esforzánd