La pomposidad del salón de fiestas donde entraron leones y Valeria desentonaba con el mal humor de su esposo. Un hombre cuya finalidad en este mundo era obtener de las personas a su alrededor exactamente lo que deseaba y eso la incluía directamente a ella. Sin embargo se negaba a ser el objeto que él suponía querer hacer de ella.
—Leónid Volkov, el hombre más esperado de la noche —sí en el hombre se dirigió directamente a él, su mirada se posó en Valeria dándole un repaso descarado desde el cabello hasta el suelo —¡Bienvenido, hermano!
La sonrisa del hombre se expandió en el momento que Leónid extendió la mano con una sonrisa que a los ojos de Valeria le pareció forzada. El abrazo que siguió fue tan fraterno que antagonizó completamente con la estructura natural de Leónid. Valeria por su parte se encontraba entre asombrada y divertida porque la incomodidad podía prácticamente tocarse. Hasta podría cortarse con un cuchillo. La satisfacción de verlo tan descolocado la hizo sonreír acc