Livia
Había pasado una semana desde lo de Barletta y, desde entonces, hubo silencio de la Sacra Corona, poniendo todo más tenso e imperceptible. No era un buen indicio, estaban planeando algo y que llevara tantos días quería decir que no iba a ser algo pequeño, sino algo del tamaño de lo que hicimos o incluso más grave.
Matteo se estaba preparando. El fin de semana pasado llegó un cargamento de armas, redobló la gente en las casas de seguridad y alertó a los vigías de la frontera con Basilicata.
Las autoridades eran otro dolor de cabeza. Una senadora apareció muerta hace dos días en su casa, con un disparo en la cabeza y toda la información que manejaba desaparecida. Toda la prensa indicaba que se había tratado de un robo, pero las manifestaciones de la gente eran contra la mafia, acusando de corruptos a todo su gobierno y pidiendo abdicar e imponer a otro presidente que no estuviera mezclado con la mafia.
El incendio, dijeron que se había tratado de un incidente aislado, un mal manej