—Pensaba en el poblado vecino al puesto de Owen —dijo Risa—. ¿Qué planeas hacer con esos humanos? ¿Les darás oportunidad de irse? ¿Los matarás?
—Aún no he tenido tiempo de considerarlo. ¿Qué harías tú?
—¿Por qué no los invitas a cruzar el río y mudarse a tus tierras? —Risa alzó la vista, notó mi expresión ceñuda, y volvió a sonreír—. Necesitas más guerreros, mi señor. Ofréceles un nuevo hogar en Vargrheim o la aldea del Oeste. Así podrás reclutar y adiestrar todos los arqueros que precises. Y si hay mujeres solas, ofréceles ir al Valle. La vida de una mujer sola es muy dura entre humanos. En el Valle podrán sumarse a las madres, y como tú mismo dijiste, ganarse la vida de forma honesta e independiente, lejos de la desconfianza y la ani