Gabriel no la quería. Si ella lograba conquistar a Andrés, si terminaba con su mejor amigo, ¿cómo reaccionaría él? ¿Se arrepentiría? La idea se formó al instante en la mente de Mónica. Sacó el celular de su bolso y miró la hora.
—Ya es tarde, creo que me voy.
—Yo te llevo.
Andrés se puso de pie.
Cuando ella iba a levantarse, se llevó una mano a la frente y se tambaleó. Estuvo a punto de caer, pero el hombre a su lado reaccionó primero, la sujetó por la cintura para que no se desplomara y ella se dejó caer contra su pecho.
—Estoy un poco mareada… creo que se me subió.
Casi sin pensarlo, Andrés la levantó en brazos.
***
En el hotel Real de Minas, Andrés la llevó hasta la habitación, la dejó con cuidado sobre la cama y la arropó.
«Es mucho más atento que Gabriel».
Cuando se disponía a marcharse, ella habló con voz débil.
—¿Podrías prepararme la tina con agua caliente? Quisiera darme un baño, me siento fatal…
Andrés la miró un momento. Pensó en lo difícil que debía ser para ella vivir sola