La noche de la fiesta del Gramur fue alguien intentando abrir la puerta, lo que nos hizo girarnos sobresaltados. Esta vez son los gritos de consternación de Cathy. Mi espalda se tensa y salgo al instante de mi estado de frenesí.
Nick desaparece de delante de mí y me quedo sentada en el mueble del lavabo, preguntándome qué narices pasa. Bajo de un salto y corro al vestidor, tomo la primera camisa que veo y me acerco al cajón a toda velocidad para agarrar unas bragas mientras me cuelo los brazos por las mangas. Me abrocho la camisa por el camino a toda prisa.
Estoy en mitad de la escalera cuando veo la puerta de entrada. Nick, vestido únicamente con un bóxer blanco, aparta a Cathy del umbral, donde se encuentra tapando a quien sea que esté al otro lado.
—Pensaba que sería Clive —jadea, probablemente agotada por el forcejeo.
—Cathy, ya me encargo yo. —La deja a un lado y le frota el brazo para tranquilizarla mientras ella se alisa el mandil y se arregla el pelo.
—¿Quién coño se cree que