—Sí, mejor me dejo de rollos sentimentales. Pero no hagas nunca nada que no quieras hacer: ya he visto que puede ser muy persuasivo.
Me echo a reír y mi tía se ríe también. ¿Persuasivo?
—Es una lástima que su familia no haya podido venir —musita.
Hago una mueca.
—Ya te lo he dicho, viven en el extranjero. No están muy unidos.
Apenas he dicho nada de por qué la familia de Nick estará ausente. Ha bastado con la historia que me contó Nick cuando nos conocimos. Es perfectamente plausible.
—Ay, el dinero... —suspira—. Causa más trifulcas familiares que cualquier otra cosa.
—Cierto —afirmo. Lo mismo que los clubes de sexo y los tipos mujeriegos.
Nos interrumpen unos golpecitos en la puerta y mi tía me deja sentada en la cama para abrir.
—Debe de ser Lucas —dice alegremente.
—¡Traigo alcohol! ¡Caramba, tía Glory! ¡Está increíble!
La voz animada de Lucas entra en la habitación antes de que deje atrás a mi tía y sus felices ojos se claven en mí.
—¿Aún no estás vestida? —pregun