—¿Qué planes tienes para el resto del día? —Esto es lo que de verdad me interesa.
Por favor, que diga que tiene un montón de asuntos con los que entretenerse para que yo pueda ir a casa de Jackson y recoger mis cosas sin tener que engañarlo y mentirle. Ocultar información no es lo mismo que mentir.
Me pone morritos.
—Pensar en ti.
Eso no me hace sentir mejor.
—Volveré a tu casa en cuanto termine de trabajar —digo, y me doy cuenta al instante de que acabo de mentirle. Hago acopio de todas mis fuerzas para no tocarme el pelo.
—¡Nuestra casa! —me corrige—. ¿A qué hora?
—A las seis, más o menos. —«Hora más, hora menos», me digo a mí misma.
—Te encanta esa muletilla, ¿no? Más o menos... —Me mira y creo que me está escudriñando. Es imposible que sepa lo que estoy tramando. Sólo lo sabe Lucas.
—Más o menos —respondo, y me apoyo en él para darle un beso.
Me toma, me echa hacia atrás sobre su brazo con un gesto ridículo y teatral y me besa hasta dejarme sin aliento en pleno B