Regreso a mi habitación y busco rápidamente mi celular. Suelto un suspiro cuando Nina me responde.
—¿Pecas? —Su voz suena somnolienta y reviso la hora, son la una de la madrugada.
No me he fijado en el horario al llamar, pero me importa poco.
—¡Maldita traidora! —Le grito—. ¿Por qué no me dijiste que las supuestas vacaciones fueron una idea de Paolo Richi?
—Pecas, yo puedo explicarlo.
—Claro que lo vas a hacer. ¿Sabes la clase de hombre que es Nicolás White?
—¿Quién es él? —Toqué mi cabeza. Me doy cuenta de que mi amiga no está enterada de nada—. Explícate, que no te entiendo. ¿Estás bien?
—Lo estaré cuando me vaya de aquí, mañana a primera hora.
—Oye tranquila, Richi dijo que sería buena idea. Él es el jefe. Pero si no te funciona estar ahí, conozco un amigo que es sexólogo y te puede orientar.
Entorno los ojos. No quiero saber de sexólogos y tampoco quiero seguir discutiendo, así que le cuelgo diciéndole que la vería mañana para matarla.
Me dispongo a quitarme el vestido y lavarme l