Una cosa estaba clara: aunque el proyecto ya había avanzado a la mitad, no pensaba autorizar el resto del pago bajo ninguna circunstancia.
De vuelta en su oficina, Sofía se puso a investigar todo sobre LC Corporation. En lugar de quedarse de brazos cruzados, decidió tomar la iniciativa. Si los altos mandos de la empresa no le tenían fe, entonces se lo demostraría a sí misma. Aunque nadie la apoyara, se abriría camino como fuera.
Con la mirada fija y decidida, sus manos volaban sobre el teclado mientras buscaba información.
Justo en ese momento entró su asistente, pero al verla tan concentrada, retrocedió en silencio y volvió a salir. Si estaba ocupada, no quería interrumpirla y retrasar algo importante.
La investigación que estuvo realizando no fue en vano. Tal como sospechaba, la prisa de John Carter tenía un motivo específico. Resulta que él no era el único con poder de decisión en la empresa. Al parecer, existían conflictos internos y, por esa misma razón, él estaba desesperado por