Mundo ficciónIniciar sesiónDALIA
Estaba en mi habitación cuando una idea cruzó mi mente como un rayo.
Tomé mi celular, sonreí con malicia y fui directo a la habitación de Jacke.
—¿Prima? —asomé la cabeza por la puerta.
Jacke levantó la vista desde su laptop, con una ceja arqueada.
—¿Qué hiciste ahora, Dalia?
—Nada… todavía —respondí con una sonrisa inocente—. Pero necesito tu ayuda.
—Dime —dijo, cerrando el portátil con interés.
—Necesito un hombre guapo.







