Capítulo 42. Encuentro incómodo.
POV: Irina
Nos dormimos un rato. El breve zumbido del teléfono sobre la mesilla de noche me despertó. Era un mensaje de Sofía: «No me odies. Te amo. Soy indiscreta, pero con causa». Incluía tres emojis: un corazón, un biberón y una cara llorando de risa. Se lo enseñé a Gaspar y los dos nos reímos otra vez.
Más tarde, cuando empezó a anochecer, salimos a la terraza a ver cómo se encendían las ventanas de Florencia.
María nos trajo té y un plato con fruta cortada «para bajar el azúcar de tanta siesta», según su teoría. Nos sentamos los dos en el suelo, con la espalda apoyada en la pared y las rodillas tocándose.
—Mañana vuelvo a la mesa —dijo Gaspar, sin dramatismo—. Iván trae nombres. Dante pondrá ojos donde faltan. Haré llamadas y diré «no» varias veces. Algún imbécil le dirá «sí» a la persona equivocada. Lo de siempre.
—Y hoy —completé— no.
—Hoy no —confirmó. Me miró con esa claridad nueva de los últimos días—. Hoy aprendí otra regla.
—¿Cuál?
—Que a veces para ganar una guerra se nec