POV: Irina

Por la tarde, él recibió una llamada y salió de la biblioteca. Aproveché, no para escapar, sino para curiosear.

En el escritorio, medio cubierto por una carpeta negra, vi un pedazo de papel fotográfico. Lo saqué con cuidado. Era una esquina de una imagen, lo suficiente para reconocer la barandilla de mi balcón… y la sombra de mi silueta.

El corazón me golpeó el pecho. Gaspar no me lo había mostrado y no me lo había contado nada. Cuando volvió, yo todavía tenía la foto en la mano.

—¿Qué es esto? —pregunté.

Sus ojos se clavaron en los míos. Cerró la puerta tras de sí y avanzó despacio.

—Es lo que me hace mantenerte a un metro de mí todo el tiempo.

—¿Y por qué no me lo dijiste?

—Porque si lo hacía, habrías pasado las noches en ese balcón, retando a quien tomó la foto.

—Tal vez.

—No tal vez, seguro —su voz bajó—. Y si eso pasaba, Irina… no sé si lo que haría después sería para protegerte o para vengarme.

Se detuvo a un paso. Su mano rozó mi mejilla, apenas, como si estuviera mi