Capítulo 17. Una llave.
POV: Irina
El ascensor se detuvo y la puerta no abrió. Gaspar apretó un botón escondido bajo el panel. La puerta se corrió con un gemido. Salimos a un pasillo que olía a piedra y a humedad. Un sótano bien vestido.
—Ven —ordenó, suave.
—¿A dónde?
—A enseñarte lo que es mío y nadie toca.
No hubo tiempo de sentir pudor por la frase. No iba de mí e iba de la casa. Abrió otra puerta. Un cuarto angosto, sin muebles, con una pared entera de hormigón liso y luz blanca.
—¿Qué es esto?
—El silencio del silencio.
—¿El…?
—El lugar donde ni las cámaras ni los micrófonos funcionan —dijo—. Ni los míos.
—¿Existe eso?
—Aquí sí.
Entré. Fue como meterse debajo del agua. El mundo se apagó un poco. Mi respiración se oyó más grande y la suya también.
—¿Por qué me traes aquí?
—Para demostrarte que, si quiero esconderte, puedo —dijo—. Y para demostrarme que no quiero.
Se apoyó con la espalda en la pared, los brazos cruzados, las venas marcadas en el antebrazo. Yo di dos pasos hasta quedar a medio metro.
—¿Me