La familia Carter no era conocida por guardarse sus comentarios, una familia que naturalmente la odiaba desde que la conoció, que la odio más cuando la creyeron la asesina de la señora Georgia y que ahora la veían en la nueva prometida de Liam.
Eso era una bomba que Ania sabía que estallaría en la cara de Liam.
— No sé de qué hablas, primo, pero esto es real, cien por ciento real… — Recalcó Liam con mucha seriedad.
— ¡¿Es que tu esposa volvió de la muerte?! — Comentó otro primo.
— Si vuelves a abrir la boca, yo mismo te mando a tu tumba… — Gruñó Liam. — No metan a mí… Difunta esposa en esto… Ella es Victoria Anderson, mi prometida. — Recalcó Liam, señalando a la mujer a su lado, notando como Victoria bajaba la vista con tristeza.
— ¡¿Acaso eres pendejo o te la haces?! ¡Pero si es idéntica a tu difunta esposa! — Insistió el primo.
— ¡¿Acaso no aprendiste la lección la primera vez?! — Continuó el tío, Liam se tensó, Ania pudo sentirlo. — ¡Estás demente si piensas casarte con una