NARRADORA
— Así construimos en el pantano para estar a salvo de las inundaciones y algunos depredadores.
Le respondió y Ana no entendía por qué si la vida era tan difícil ahí, seguían encaprichados en seguir en la misma área.
— ¿Te gusta? - le preguntó pegándose a su espalda y rodeado su cintura, piel contra piel y el corazón de Ana se aceleró al sentir la dura columna rozándose entre sus nalgas.
— Sí, gracias por ser considerado – le dijo mirando a este sitio salvaje como él, pero a la vez, cálido y cerrado.
Su nido de amor e incluso sobre el suelo, en una esquina, estaba llena de yerba seca y hojas, forradas con una capa de suave piel animal.
— Hay algo que quiero que hablemos antes… antes de aparearnos – Anastasia se giró solemne y Hakon dejó las bromas para enfrentarla.
— Soy todo oídos.
— Sé que somos mates, pero no nos conocemos bien… necesitamos hablar de cosas importantes, del futuro…
— Ana— Hakon la tomó de la barbilla acariciándola – No le des más vuelta, conmigo, mientras m