Início / Hombre lobo / LUNA DE SANGRE Y CENIZA / Capítulo 36: Donde la savia guarda ecos
Capítulo 36: Donde la savia guarda ecos

La mañana había nacido sin prisas, como si el tiempo hubiese decidido estirarse entre la bruma y el canto de los pájaros. Elia despertó con una sensación de ligereza extraña, como si su cuerpo hubiera soltado algo durante la noche. Como si parte de lo que antes dolía ahora flotara en la bruma. Se quedó acostada por unos minutos, observando el techo de madera, sintiendo el eco de su respiración acompasada con la del bosque.

Al incorporarse, notó que la espiral que había dibujado sobre su pecho con tierra y brasa ahora estaba apenas visible, pero aún latente. Era una marca que no necesitaba verse para sentirse.

En la mesa, Lena había dejado una pequeña bandeja con frutas silvestres, pan tibio y una taza de infusión humeante. La mezcla olía a corteza dulce y raíz amarga. Elia la bebió en silencio, sabiendo que ese día no estaría hecho de palabras comunes, sino de gestos y resonancias. El sabor era inesperado: primero dulce como savia fresca, luego amargo como raíz de recuerdo. Al tragarl
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App