Ariana
El silencio puede ser peor que cualquier grito de guerra. Es más afilado, más cruel. Se cuela por las grietas del alma, rasgando lo que pensaste que era fuerte. Esta noche, el mundo está en pausa. No hay pasos, no hay palabras. Solo el crujido de las ramas bajo el viento helado y mi respiración descompasada.
Estoy sola.
No en el sentido físico. Hay guardianes, muros, territorio protegido. Pero por dentro... por dentro me siento como si me hubiera lanzado a un abismo sin fondo y sin cuerda.
Killian.
Su nombre es como una daga escondida en mis pensamientos. Una que no deja de girar, de hacerme sangrar por dentro.
¿Por qué tenía que sentirse así? Tan intenso. Tan imposible.
Él y yo somos un error. Lo supe desde el primer instante en que sus ojos se clavaron en los míos como si pudieran desnudarme el alma. Un Alfa oscuro. Un líder marcado por la guerra. Un hombre que vive con la furia bajo la piel… y que, sin quererlo, se metió bajo la mía.
El amor y el deber.
Qué maldita contradic