Capítulo 74. Un anuncio inesperado.
Izan
Lancé una última mirada a la joven inconsciente antes de salir. Su rostro pálido y magullado me perseguiría, lo sabía.
Me pasé las manos por el rostro. Estaba agotado. Furioso. Jodidamente frustrado.
Mandé a buscar a tres mujeres. Llegaron justo cuando comencé a caminar por el pasillo.
Les dejé claro que se turnarían para atenderla, que no quería gritos, ni quejas, ni desobediencia.
—Una palabra fuera de lugar… y las saco a las tres —advertí—. Deben cuidarla y protegerla.
Ella descansaría al lado de mi cuarto.
En parte por protección.
En parte para asegurarme de que ningún hijo de put4 se le acercara mientras yo no pudiera protegerla.
Llegué a mi despacho, tomé el teléfono, respiré hondo antes de contestar. Saludé a mi padre.
—Hola, papá ¿Cómo estás?
“Hola, hijo ¿Cómo has estado? ¿Qué cuentas? ¿Por qué se fueron a la finca sin decir nada? ¿Pasó algo? ¿Dónde está Trina? La he estado llamando y no me responde”.
Pensé rápido, no podía decirle que no tenía idea dónde estaba mi herman