Capítulo 153. ¡Basta!
Elizavetha
El techo de mi habitación era una celda. Las paredes, grilletes invisibles. Y mi cuerpo… un campo de batalla en ruinas. Me dolía todo. Los huesos, la piel, el alma. Pero lo que más dolía… era la certeza de que estaba atrapada. Que cada segundo que pasaba ahí era un segundo más cerca de perderlo, porque lo más seguro es que Taras no me dejaría tenerlo.
Me giré en la cama con esfuerzo, jadeando por el simple acto de cambiar de posición. El aire pesaba. Los pensamientos pesaban. Todo lo que me quedaba era ese leve palpitar en mi vientre, apenas perceptible. Un recuerdo de que todavía había algo por lo que luchar… aunque no supiera cómo hacerlo.
“¿Cómo salgo de aquí?”, pensé por enésima vez. Lo había intentado todo. Fingir debilidad, mostrarme obediente, analizar a cada enfermera. Pero Taras era un monstruo que olía la esperanza y la trituraba sin piedad. Ya me había quitado tanto. ¿También me arrebataría a mi hijo?
Un golpe seco en la puerta me hizo tensar cada músculo. Me inc