BASTIAN
—¡Hijo, los encontraron! —Grita mi padre y yo estoy en mi sitio, sin poder moverme en lo absoluto, hasta que Mika, me da un golpe en la nuca y yo, bajo corriendo las escaleras, salimos en varios autos raudos.
—¿Dónde están?
—No te asustes, pero iremos al hospital. No sé mucho, solo que una embarcación pesquera los encontró y los llevaron a puerto seguro, los han trasladado por helicóptero y ahí recién nos han avisado, por la alerta Amber que pusimos ayer.
Yo lloro, tapando mi rostro. Si están vivos, es lo que importa ahora. No puedo creer que diez días de angustia por fin hayan acabado
Horas después, entro con desesperación al hospital, iba a preguntar, pero al ver a los oficiales, custodiando una puerta, lo supe. Tuve que respirar profundo una y otra vez, debo calmarme, mostrarme sereno y ecuánime, es por ellos.
—¿Papi?
—Campeón—Me acerco y acaricio su mano, me muerdo los labios, ante la rabia que me invade por verlo de esta manera, el labio partido, el ojo derecho hinchado y