BASTIÁN
—Tómate este café, te hace falta.
—Gracias; de lo contrario, me dormiré de pie.
Le responde a mi padre, quien me da un par de palmazos sobre el hombro: Este lugar parece un campamento". Charlotte se fue a atender a mi hermana; Valery está rezando y aquí estamos, Emilia, quien está descansando sobre las piernas de Sebastián, Esta angustia nos tiene, como diría mi nana, con el Jesús en la boca, Recé, me hinqué y supliqué que le diera una oportunidad, que nos dejara ser felices, sin esa sombra de angustia sobre nuestras espaldas.
—¿Cómo está, Ivanna?
—En reposo absoluto, el doctor le dijo que las emociones fuertes pueden elevar su presión.
—Deberías estar con ella —le digo; aunque agradezco su apoyo, no puedo arrastrar a todos a este tipo de suplicio, Me siento culpable de que algunas veces quiero estar solo, que nadie esté a mi alrededor y poder llorar con tranquilidad, gritar por esta rabia que me recorre, porque nos costó tanto estar juntos; tal vez nunca debí poner mis ojos